24 Feb 2021 Schermata_2021-03-03_alle_19.38.12.png

Este cultivo se caracteriza por una alta heterogeneidad genética

El proyecto ‘FIGGEN: Valorización de la diversidad de la higuera, un frutal ancestral para una agricultura mediterránea sostenible’, financiado por la Unión Europea (UE), evaluará parámetros como el rendimiento, fechas de cosecha, peso, rasgos cualitativos y cuantitativos, y la tolerancia a factores asociados al campo climático, como la sequía y suelos más pobres debido al incremento de la salinidad. En total, se estudiarán 300 genotipos o variedades de higos procedentes de los bancos de germoplasma de higuera, entre ellos el Banco nacional del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), y cultivares locales ubicados en España, Turquía y Túnez.

                            Banco de germoplasma del Cicytex.

El proyecto, coordinado por la Universidad de Pisa en Italia, cuenta con la participación del CICYTEX, el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora del CSIC (con sede en Málaga), la Facultad de Ciencias de la Universidad tunecina de El Manar, y el Departamento de Horticultura de la Universidad de Çukorova (Turquía). Su objetivo es doble: proteger la biodiversidad de este cultivo y encontrar soluciones para una agricultura adaptada al incremento de las temperaturas, la sequía y de la salinidad del suelo. Así, se plantea una estrategia a futuro mediante la selección genética de aquellos cultivares de higuera mejor adaptados a suelos pobres para ser incluso cultivados en asociación con otros cultivos.

El higo se caracteriza por una alta heterogeneidad genética e incluye variedades que difieren en sus propiedades morfológicas, agronómicas, nutricionales y farmacológicas. Además, es una especie adaptada a climas áridos y semiáridos de la cuenca Mediterránea y Oriente Medio.

A pesar de su importancia, hasta el momento se han realizado pocos trabajos en mejora genética de la higuera y, por tanto, la mayor parte del cultivo en la región mediterránea se basa en cultivares locales, característicos de cada zona.

La caracterización de las 300 variedades de higos se realizará en las instalaciones del CICYTEX, y en las Universidades de Turquía y Túnez, anteriormente citadas. En condiciones controladas de invernadero, se evaluará su respuesta a tratamientos de sequía y salinidad. Como resultado final, se pretende elaborar un catálogo descriptivo con los 20 genotipos seleccionados por su mejor adaptación a condiciones ambientales adversas y tener un mayor potencial agronómico y económico, en base a sus características productivas. También se elaborará un informe final de las 300 variedades estudiadas.

Genes vinculados a la adaptación sequía/salinidad
Por otra parte, este estudio se complementará con otros para identificar los genes vinculados al rendimiento y la adaptación a la sequía/salinidad mediante el estudio de asociación de todo el genoma (GWAS). La identificación de los genotipos mejor adaptados puede contribuir a la mejora genética de estas especies para un desarrollo más sostenible de la producción de higos en el futuro. Hay que recordar la alta calidad nutricional, energética y nutracéutica del higo y el interés creciente del sector por comercializar higos frescos, lo que requiera una mejora en el manejo del cultivo e incrementar la gama de variedades cultivadas. Por ello, se quiere contar con la participación activa de productores y comercializadores, entre otras acciones, está prevista la organización de reuniones y jornadas desde el inicio de este trabajo.

El proyecto FIGGEN, con una duración de tres años, ha sido aprobado en el marco de la convocatoria PRIMA de la Unión Europea (dedicados a la investigación e innovación en el Área Mediterránea) y tiene un presupuesto de un millón de euros.

Fruticultura